En fechas recientes dentro de mi círculo cercano ha resultado común y no por ello menos sorprendente encontrar que algunas -por no decir muchas- personas se mantienen al margen de la impresionante ola de tecnologías, prácticas y aspectos digitales que nos invaden, como las redes sociales, la colaboración en línea o el uso de la nube entre otras. Me preguntaba ¿qué tanto los profesionales de la llamada era de la información y sociedad del conocimiento contamos con las competencias digitales requeridas?.
Mi pregunta aplica tanto para los profesionistas de las TIC, como para el resto. Tanto para las generaciones Baby Boomer o X, como para los milenio. Por un lado, participar en el mundo de las TIC no nos otorga constancia sobre el dominio de las tecnologías digitales. Y por otro, es un gran error pensar que una persona que nació acompañado de la tecnología -nativo digital – posee las competencias requeridas para el entorno tecnológico que nos abraza y en ocasiones nos devora.
En octubre pasado, la empresa francesa de investigación Ipsos, evidenció que México ocupa la posición número 1 en índice de ignorancia dentro de 28 países.(1) En contraste, otro estudios indican que la audiencia en América Latina que consume contenidos en video on-line supera los 119 millones de personas y antes de finalizar el 2015, el 53% de la población mexicana será usuaria de videojuegos.
Más cifras… Según “Labour Force Statistics”(2), México ocupa el segundo lugar entre los miembros de la OCDE con empleados que laboran 50 horas o más. Sin embargo, nuestra productividad está 60% debajo del promedio dentro la misma agrupación de países(3).
Si bien es cierto que el reto de la transformación digital de las organizaciones –y por consiguiente de un país- se resuelve a través de la metamorfosis digital del capital humano, es imperioso que también incluya a quienes se encuentran lejanos al ámbito corporativo moderno. Es decir, una ama de casa, un político, o un académico. Las competencias digitales son necesarias tanto por el potencial mismo de la tecnología como por ser la base para adquirir otras competencias clave para la vida personal, académica y laboral de los individuos dentro de una sociedad.
Entonces, ¿Qué son las competencias digitales? Son el conjunto de habilidades, capacidades y prácticas necesarias para participar en la Sociedad del Conocimiento mediante el acceso eficiente a la información a través de la tecnología. Podemos identificar las siguientes 5 competencias básicas:
Gestión de Información
Comunicación
Trabajo en Red
Seguridad
Aprendizaje y Resolución de Problemas
El juego consiste en ejecutar estas tareas de forma cotidiana con el uso de herramientas digitales como redes sociales, plataformas de colaboración en línea, contenido en video, aplicaciones móviles, almacenamiento en la nube y bibliotecas digitales pero aplicando las medidas de seguridad pertinentes.
Cómo superar la brecha digital que nos aqueja para convertirnos en una nación competitiva cuando en lo individual ni siquiera exploramos las nuevas oportunidades que la tecnología nos concede. Por ejemplo, una de las líneas de acción dentro del Plan Nacional de Desarrollo(4) para lograr un “Gobierno Cercano y Moderno” es el establecimiento de una Estrategia Digital Nacional, pero conozco casos al interior de ciertas dependencias en que ni siquiera saben emplear el correo electrónico o el procesador de palabras.
Sin duda se requiere rediseñar planes y programas de estudio, formar profesores y replantear la dinámica pedagógica que favorezca la alfabetización digital. Sin duda se requiere inversión en infraestructura por parte del gobierno y un interés genuino de las empresas para desarrollar el talento existente y atraer nuevo que cuente con las competencias mencionadas. Pero sobretodo requerimos empezar por nosotros mismos.
Los profesionales no nacen, se desarrollan y no veo otra ruta más lógica y fructífera que actualizarse, capacitarse, tener la inquietud y curiosidad por desarrollarlas, reconociendo que para enfrentar y sobrevivir a esta era, son necesarias, evitando así caer en el darwinismo digital, en el cual sobre sobrevivirán y evolucionarán solo aquellos que se adapten a los cambios dramáticos que representa el ser digital en lo personal, social, académico y laboral.
En diciembre pasado LinkedIn publicó un informe con las 25 competencias laborales más requeridas por las organizaciones(5) y esencialmente todas están relacionadas con herramientas y/o prácticas digitales. Como dato curioso, sobresale que las habilidades de reclutamiento están en el Top20. Pero veo con asombro como los especialistas de RH -al menos en México- buscan talento con algunas de las competencias ahí referidas careciendo ellos mismos de dichas habilidades, resultando poco eficientes en su proceso de búsqueda y con las consecuencias que nos podemos imaginar para las empresas.
Se me ocurre que en esta época del año con el pretexto de los propósitos para el venidero 2016, podríamos incluir en nuestra lista el ser más digitales, desarrollando alguna de esas competencias. No podemos ni debemos quedarnos fuera de la Era Digital, sea cual sea nuestra función en una organización, nuestra profesión u oficio o nuestros intereses personales. Y aunque resulte obvio comentarlo, esto es doblemente cierto para aquellos que nos dedicamos a las TIC.
Referencias
“Perils of Perception 2015”. Octubre 2015. Ipsos
“Labour Force Statistics” Employment and Labour Market Statistics, 2015 OCDE
“México, Políticas prioritarias para fomentar las habilidades y conocimientos de los mexicanos para la productividad y la innovación”, 2015 OCDE
Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018. Gobierno de la República
“The 25 Hottest Skills That Got People Hired in 2014”. Diciembre 2014. LinkedIn
Publicado por ComputerWorld México